jueves, 23 de septiembre de 2010

URGENTE REFORMA UNIVERSITARIA

Eduardo Antonio Velásquez Carrera

A luz los problemas de la Usac.

La crisis universitaria y el caos institucional que vive la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) en este segundo semestre de 2010 ha dejado claro que existe un buen número de profesores y profesionales en lo individual, y un variado grupo de universitarios que han vertido sus opiniones y consideraciones respecto a la problemática que se vive y proponen formas distintas de resolverla. Basta que los interesados busquen la página de albedrio.org y podrán leer las propuestas y análisis de Mara Luz Polanco, Carlos Maldonado, Raúl Molina Mejía, Manuel González Ávila y de grupos como el Calicanto de Quetzaltenango, los estudiantes y profesores de la Escuela de Historia, del Centro de Estudios Urbanos y Regionales, etcétera.

Me parece que en la mayoría de propuestas existe acuerdo en la necesaria y urgente reforma universitaria. Uno de los temas cruciales que debe debatir la comunidad universitaria es una nueva Ley Orgánica para la Usac acorde a los tiempos actuales y buscando crear y desarrollar la Universidad del Estado para el siglo XXI. La forma de Gobierno de nuestra casa de estudios superiores, con representaciones tripartitas, será uno de los temas torales, como se ha visto en la crisis que nos agobia en la actualidad. Además, se debe contemplar la existencia de escuelas no facultativas y centros de investigación y regionales que no participan del mismo y a quienes les son conculcados sus derechos constitucionales de elegir y ser electos. Por otra parte, en la actualidad no tienen representación en el Consejo Superior Universitario (CSU), en donde se toman decisiones de carácter presupuestario y financiero. Algunos sectores como los profesores que al mismo tiempo son colegiados, tienen doble voto y los estudiantes de postgrado no pueden ejercerlo, por ejemplo.

Son muchos los temas por resolver y sin duda hay prioridades. El sistema de evaluación para los profesores hay que cambiarlo. Los jurados para los Concursos de Oposición han sufrido la injerencia y la intervención de no pocos decanos y de otras autoridades para beneficiar a candidatos políticamente afines a las autoridades, desvirtuando la propia conformación de los mismos y afectando seriamente a la academia. El sistema de ubicación y nivelación se ha convertido en un examen de admisión, que apuntala un método corrupto en donde la discrecionalidad reina y en el que se excluye deliberadamente a muchos estudiantes recién egresados de la secundaria. La nivelación no se realiza y los profesores que la efectúan en su mayoría son estudiantes vinculados a las Asociaciones Estudiantiles. No existe, por otro lado, un sistema de evaluación del desempeño de los trabajadores administrativos y de servicios. Debe ser renovado la forma de reclutamiento de estos trabajadores.

Debe aprovecharse este momento histórico para exigir que la Contraloría General de Cuentas haga una auditoría exhaustiva con relación a los recintos universitarios privatizados como la sede de la AEU; varios café internet, restaurantes y ventas de comidas hasta la venta de fotocopias –en un perfecto mercado cautivo. Que se demuestre si esos fondos han entrado a las arcas universitarias y se deduzca responsabilidades a quienes han tomado esas decisiones.
Fuente: www.elperiodico.com.gt

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